domingo, 11 de octubre de 2009

Rain One


Es la impotencia que me paraliza... no soy yo.
Y ese sonido que fluye indiferente en mi como si no estuviera, como si no existiera.
Es la explosión de las gotas contra el suelo, en mis pies, sobre mi.
Son las lágrimas de Dios que me envuelven y se pierden en mi propio llanto.
Son las carcajadas oscuras de mis ángeles negros que se proyectan en una mueca torcida, humillándome desde lo más alto hasta lo más profundo.
Resaltando mis heridas internas... y externas.
Y ese sonido...
Esa sinfonía perfecta de la naturaleza que me grita desgarradoramente y se ahoga en si misma luego de ser escuchada, y deja ver su violencia antinatural en un haz de luz que se refleja en mi cara haciéndome ver toda mi mediocridad en el tiempo que puede durar un rayo.
Se pierde en ese grito ahogado que alguna vez le perteneció, en la nada, sin dejar rastro físico, dejándome con mis miserias, indefensa bajo la lluvia.
Las luces naturales de la ciudad se mezclan en un remolino infinito que no logro distinguir, que baila riéndose de mí mientras mi mirada se pierde entre mis miedos y la oscuridad de la noche y su orquesta de madrugada.
El cielo es el espejo más siniestro y más real que yo haya visto jamás.
El sol ya no sale para mí.
Y yo me hundo en la profundidad de la noche mientras sangra mi impotencia adolescente.
El que mire al cielo me podrá ver.
Pero nadie me mira.
Soy ese haz de luz, inaccesible a la memoria humana, indiferentemente visible.
Como el trueno cuando grita.

1 comentario:

  1. Fuerte .
    Como el trueno cuando grita.
    Que grite, que se haga escuchar de una vez, y este en PAZ.

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