viernes, 12 de noviembre de 2010

Trudy


Te quiero.
Te quiero libremente, en el aire, en el sur argentino y en chile, claro.
Pero también te quiero en La Sodería porque es raíz, y te quiero en el Moliere por ser tallo también.
Te quiero de querer quieriendo. Te quiero sin querer queriendo, queriéndote.
Te quiero con D´Agostino y con Jean-Paul; Te quiero con Hugo, con Susi y con los termos que te rompo.
Te quiero en blanco y negro con un toque de color.
Te quiero con pensamientos en acción, cuando me traes las cartas (más bien).
Pero también te quiero seguro, inseguro; hasta cuando no me sacás fotos cuando yo quiero, te quiero.
Te quiero en hostels y en carpas. Te quiero en campings, cabañas.
Te quiero cuando te tirás al río de mi tío y te quiero un poco menos cuando caminás y te vas como si yo estuviera al lado tuyo y no estoy (pero te quiero igual).
En realidad te quiero porque esto y porque aquello, y te quiero más por esto que por aquello, y a veces viceversa.
Te quiero en plaza Francia, cerca de tu casa y en Pinamar.
Te quiero en tu balcón y ensayando personalidades.
Te quiero, te quiero, te quiero.
Por aquí, por allá, cuando te veo y en mis recuerdos.
Cuando te extraño más te quiero pero te quiero más cuando te veo.
Te quiero, básicamente, todo el tiempo.
Pero la verdad es que más que te quiero, te adoro.
Cuando hay junglitas y rosamonte, en el iuna y en garcía teodoro.
Y a veces cuando te extraño, te quiero cuando te adoro!

1 comentario: